Las mayores obligaciones siempre son del Gobierno, pero la oposición nunca está eximida de actuar con responsabilidad y sentido histórico y no mirando solo las demandas de la tribuna propia
” obstaculizó el debate en profundidad, más allá de la búsqueda de justicia, respecto de la violencia política de los años setenta, ahora la idea vuelve reversionada y trivializada.
El reseteo del celular del agresor, tras pasar por los peritos de las fuerzas federales y el juzgado, y la consecuente probable pérdida de información clave, junto al decálogo de los errores cometidos por los custodios de la vicepresidenta en los momentos previos y posteriores al atentado, suman confusión y dudas hasta para quienes descreen de teorías conspirativas..
el retiro preventivo de la sesión de Diputados del bloque de Pro para no convalidar una hipotética repartidización del ataque contra la vicepresidenta, que nunca se produjoTambién lo tensionan y profundizan especulaciones y acusaciones apresuradas, imprudentes o infundadas, lanzadas pública y airadamente a través de medios de comunicación y redes sociales por parte de dirigentes políticos y periodistas diversos .
Allí se empezaron a diluir, hasta ahora, las afirmaciones provenientes de calificadas fuentes kirchneristas que daban cuenta de la preparación de un mensaje pacificador para calmar los ánimos sociales por parte de la vicepresidenta, desde “la autoridad moral que le da su condición de víctima indiscutible”. Todavía se espera.