El hecho sucedió en Santo Domingo, durante el encuentro entre el argentino Thiago Tirante y el colombiano Daniel Galán, por el Challenger Tour
Daniel Galán pega un salto y mira al cielo: un momento de angustia bajo una tormenta eléctrica
En tiempos de tormenta, y particularmente las eléctricas, los rayos son sumamente temidos por el riesgo de vida que acarrea. En esto no hay misterio: los cuidados hay que tenerlos en todo orden de la vida, sea cuando uno está al aire libre, haciendo o no una actividad. Se han producido episodios infortunados en distintas situaciones, desde gente caminando, jugando en un parque, hasta la que se puede encontrar disfrutando de un momento de esparcimiento en el mar.
El deporte también es un foco de peligro en caso de registrarse rayos. Han habido fallecidos en pleno ejercicio de su actividad. Uno de los deportes de mayor riesgo, por ejemplo, es el golf: los palos suelen actuar como pararrayos. Por eso, cuando en un torneo se desata una tormenta de esas características , inmediatamente suena una sirena, señal para que los jugadores suelten los hierros al instante y busquen protegerse en un lugar cerrado.
Sacaba Tirante, 0-15, e iban aproximadamente 27 minutos de partido. La tarde ya estaba oscura y las amenazas de lluvia eran concretas. De hecho, estaban cayendo las primeras gotas cuando el sonido del rayo y el relámpago sonaron bien fuerte en el momento que Tirante iba a impactar la pelota. La reacción de Galán fue elocuente, pegando un pequeño salto y yéndose inmediatamente para la silla. Tratando de alejarse de la situación de peligro.