En la columna El Expediente, un análisis del presente del equipo de Nueva Italia en el Federal A.
Los resultados positivos se suceden uno tras uno casi todas las semanas. Desde que logró el ascenso al Federal A, en febrero del año pasado, Racing ha sido una máquina trituradora de rivales, con un registro altísimo de efectividad aunque, al menos hasta ahora, nulo en progresos de categoría para la Academia.
La particular, irracional, ridícula y veladamente injusta reglamentación del Federal A de esta temporada, no es precisamente un aliado de los de Nueva Italia. Porque por más que Racing se empeñe en aplastar adversarios, puede tirar todo por la borda en apenas 90 minutos. Sin dudas que retroceder más allá de la segunda categoría para cualquier club “indirectamente afiliado”, es caer a un infierno del cual es muy difícil regresar. Lo supo y de sobra Talleres, uno de los clubes más importantes del país, que debió penar durante unas cuantas temporadas hasta poder recuperar el terreno perdido.
Año a año, estos torneos se reprograman con formatos cada vez más exóticos que serían rechazados por ridículos hasta en una competencia intercolegial. La cuestión deja abiertos unos cuantos interrogantes.