En 1933 un grupo de mujeres fundaron el primer equipo de fútbol femenino italiano y desafiaron a Mussolini, practicando un deporte reservado exclusivamente a los hombres.
En 1933, en pleno régimen fascista, un grupo de amigas comenzaron a jugar al fútbol en Milán.
“Las chicas que decidieron jugar al fútbol en los años 60, 70 y 80 tuvieron que empezar de nuevo, presentarse otra vez porque no sabían de la existencia de este equipo femenino de los años 30. Aunque las jóvenes hermanas Rosetta y Marta Boccalini, protagonistas de la novela, desafiaron a Mussolini con su pasión por el balón, la autora no cree que su objetivo principal fuera ese, pues habían nacido con el régimen."No habían conocido lo que era vivir sin el fascismo, no conocían la libertad", explicó.
El régimen fascista, que llevaba diez años gobernando la vida de los italianos, proyectó una visión machista que se vio reflejada en los comentarios sexistas de los diarios"Muchos de los diálogos que aparecen en la novela, de chicos fascistas que hablan de las chicas, todavía los escucho hoy. Por ejemplo, la frase ‘’ la escuché varias veces durante el Mundial 2019", lamenta la autora.