Una reflexión en torno al acto de censurar en lugar de interrogar en las aulas sobre el surgimiento del lenguaje inclusivo como fenómeno emergente de una lucha que lleva siglos.
Aquí la metáfora del cuerpo social toma todo su alcance: se trata de que una comunidad hablante está compuesta de cuerpos afectados por signos cuya eficacia subvierte las necesidades vitales a manos del goce de la lengua: una tendencia acéfala y caótica de ningún modo ajena al avatar político e histórico de la tragedia humana.
El 21 de marzo de 2017 el entonces presidente Macri pronunció su tristemente célebre frase referida a los que no les queda otra que “caer en la escuela pública”. Tiempo después Acuña cruzaba los límites de lo imaginable al afirmar que quienes ejercen la docencia son personas de edad que han fracasado en tres o cuatro carreras y, dado que provienen de sectores socioeconómicos bajos,.
No es para sorprenderse. El rasgo anticivilizatorio del Pro marca su gestión “educativa”.
Para terminar: nada mejor que citar a Paulo Freire y así destacar el enfoque integrador e inclusivo que la escuela debe cumplir: “La escuela es... el lugar donde se hacen amigos. No se trata solo de edificios, aulas, salas, pizarras, programas, horarios, conceptos... Escuela es sobre todo, gente, gente que trabaja, que estudia, que se alegra, se conoce, se estima. El director es gente, el coordinador es gente, el profesor es gente, el alumno es gente, cada funcionario es gente.
Sergio Zabalza es psicoanalista. Doctor en Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Profesor universitario. Exdocente en escuelas primarias y secundarias.Es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoria de los medios. Página/12 tiene un compromiso de más de 30 años con ella y cuenta con vos para renovarlo cada día. Defendé la otra mirada.