El vínculo fue comunicado a ambas por la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, que trabaja con Abuelas de Plaza de Mayo.
En un barrio de casas bajas, en Córdoba capital, vive Carina Rosavik. Nació en 1976 y desde los 23 años, cuando se enteró que es adoptada y que su origen biológico no corresponde a su familia actual, busca su identidad. Carolina Sangiorgi vive en Mar del Plata, nació en 1978 y siempre pensó que había sido apropiada por la última dictadura militar. Ambas hicieron sus pruebas de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos .
Carolina siempre supo de su adopción. Llegó a la Casa Cuna de La Plata en 1978, con 10 días. La adoptó una familia de San Cayetano, al sur de la provincia de Buenos Aires. “Fui hija única y siempre tuve la sospecha, siempre pensé ir a Abuelas. Por ahí me está buscando una abuela, algún tío, un familiar”, pensaba.
El encuentro fue el viernes pasado. Y están juntas desde ese día. “Estamos felices, pero en una nube todavía, no caímos”. “Fue todo muy impactante, fuerte” agrega Carina.