El hombre lleva adelante su negocio en Caballito hace décadas y con la nueva devaluación del peso tuvo que hacer malabares para no dejar sin comida a nadie.
Sergio tiene una carnicería hace décadas en Caballito y vio cómo evolucionó el valor de la carne entre los vaivenes y las crisis de la economía argentinael comerciante tuvo que subir sus precios aunque mantiene algunos como antes para que el público no pase hambre"Me da pena que venga un jubilado a sacar sus monedas para pagar un churrasco por $800", explicó Sergio en declaraciones televisivas este miércoles.
En su local de Caballito tiene el kilo de bondiola a $2500, el de pechito de cerdo, a $1800, las costillitas de cerdo a $1700 y los churrascos, solomillo y matambree, a $3000.Son unos precios bárbaros, por supuesto que sí, pero no me interesa hacer publicidad. Lo hago más que nada porque me preocupo por los clientes. A veces me la aguantoSergio migró a la Argentina hace 30 años desde Uruguay.