El presidente aún no decidió fi irá a la cita y amagó con armar un encuentro paralelo por las ausencias de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
y otros líderes de la región de no ir a la Cumbre de las Américas en Los Angeles si no están todos los países invitados causa inquietud en Washington. Por un lado, el gobierno detiene ante sus ojos la realidad de que no puede unir al continente para una cita que debería ser un espaldarazo a la región. Por el otro, aumentan lasy los países que no quieran asistir sufran las consecuencias.
“Mi punto de vista es este: no creo que los Estados Unidos de América deban, francamente, ser intimidados o presionados sobre a quién invitar a una cumbre que estamos organizando. Si no quiere venir que no venga”, dijo refiriéndose al presidente mexicano, que lidera el boicot. El Departamento de Estado no respondió a consultas de esta corresponsal sobre el tema, pero expertos consultados porBenjamin Gedan, director del Argentina Project del Wilson Center, dijo que “es difícil ver cómo le conviene a Argentina apoyar a los despiadados dictadores de América Latina mientras se opone a Estados Unidos y desvía la atención de los objetivos de la cumbre”.